martes, 27 de mayo de 2008

Atajos

Después de lo mal que me fue en ese trabajo infernal, recibí la llamada de Beto Villa (sí, el acordeonero) para que le diera clases de inglés a su hijo Moisés. Debo decir que no he estado muy motivado porque me paga mucho menos de lo que corresponde y, además, la casa queda absurdamente lejos. Hoy hice algo. Como tengo clases a las 7 decidí probar unas rutas alternas que me sirvieran de atajo para la próxima vez y que pueda llegar a la universidad temprano sin caminar tanto. Lo hice. Caminé. Casas bonitas, la embajada del Líbano, carros lujosos. Yo seguía caminando, seguramente iba a encontrar el atajo. Una señora leyendo un catálogo de venta. Caminar. Caminar. Lo iba a lograr. Una curva y veo Calle 90, Es la dirección de mi u, me digo. Camino otra curva y depronto me he dado cuenta que tal atajo nunca existió. Estoy en el Exito y he caminado una eternidad. ¡Qué bobo he sido! Nunca hubo tal atajo. Ahora que lo pienso muchas cosas en la vida intentamos ponerle nuestros atajos y muchas veces no resulta sino que al contrario nos encontramos en un camino un poco más largo. Eso fue lo que me sucedió, ojalá aprendamos todos.

1 comentario:

Yo soy Escribidor dijo...

Ahora sí. Estaré escribiendo más a menudo. Creo que publicaré todas las cosas que he escrito.